LA CUESTIÓN

Estás en tu día a día, y no estás verdaderamente atento a tu pareja, a eso que llamas amor.
Tampoco haces mucho caso de tu familia; total, siempre está ahí, ¿no?
Ni valoras demasiado tu trabajo; con crisis o sin ella no deja de ser un putada, para qué engañarnos.
Tus amigos simplemente son tus amigos. También están siempre ahí, ¿no? Pues claro, joder, que para eso son tus amigos, ¿no?
Y bueno, de tu salud qué decir...

Depende de las circunstancias, en mayor o menor medida, le dedicas un rato, unas horas, quizá un día a cada una de estas piezas de tu puzzle, de lo que te configura y hace que seas quien eres...

La cuestión es que la cuestión dura unos segundos. Es algo mágico que después se traduce en alegría o pena, en susto o sorpresa, en risa
o llanto, en un hola o un adiós...
Es algo que por un momento te vuelve a conectar a "sabe Dios qué", y comienzas a ser consciente de todo...
Las piezas encajan...

Y de pronto la Vida te toca, y te haces pequeño y vuelves a tener miedo...


Francisco Cesteros — Valladolid, 22 de marzo de 2011.